Cuando cavaba un pozo la tierra se le vino encima
Domingo Diaz estaba cavando un pozo, a 8 metros de profundidad, cuando la tierra se le vino encima.
Ocurrió antes del medio día del jueves 19 de enero en el barrio Los Girasoles de Barranca de Upía (Meta). Desde ese momento comenzó su angustia y la de muchos vecinos que trataron de auxiliarlo rápidamente, pero la tierra le seguía cayendo.
Pocos minutos después llegó una retroexcavadora y un grupo de rescatistas de los organismos de socorro, que iniciaron la ardua labor de salvarle la vida.
Los minutos corrían y el temor de que Domingo no sobreviviera era grande.
Al caer la tarde, pudieron tener contacto con él, y los rescatistas le suministraron hidratación y cuando pudo asomar su cabeza, lograron enviarle un casco azul para que se protegiera ante la caída de piedras y tierra.
El ruido de la máquina, las voces de la gente que estaba en el lugar, era lo único que se escuchaba.
A las 10 de la noche la esperanza estaba viva. Solo faltaba algo más de un metro para lograr sacarlo del hueco. Pero ya era una luz de vida, pues Domingo estaba consciente, tenía contacto con los rescatistas y su salud estaba bien y estable.
A la 1: 44 de la madrugada del viernes 20 de enero, se escuchó la algarabia de los presentes cuando Domingo asomó elevado por la máquina y fue puesto en una camilla.
De inmediato fue evaluado físicamente, le prestaron los primeros auxilios, y luego fue trasladado a una clínica en Villavicencio, para ser evaluado y descartar posibles lesiones y fracturas.Pasadas las 2 de la mañana el ensordecedor ruido del equipo de rescató ya no se escuchaba, y en el barrio los Girasoles de Barranca de Upía, todo fue felicidad, pues el viernes será recordado como el día en que Domingo volvió a nacer.
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