La joven de 22 años fue encontrada herida por sus compañeros
Las investigaciones continúan ya que sus conocidos y familiares manifiestan no evidenciar ningunos signos de depresión ni cambio en su conducta durante los últimos días, pero además en la oficina dónde supuestamente sucedieron los hechos, después de una acalorada reunión con uno de sus superiores, no hay cámaras de seguridad que permitan a los investigadores tener certeza del presunto suicidio.
Ludy Marcela nació el 31 de enero de 2000 en el municipio de Motavita, en el hogar formado por Claudia Milena Arias y Pedro María Granados, vivió toda su juventud en el barrio La Granja de Tunja, estudio su bachillerato en el colegio Silvino y luego ingreso al Colegio de Árbitros de Fútbol y Fútbol de Salón donde se caracterizó por su disciplina y responsabilidad.
Con su humildad y don de servir ingresó en el 2018 al grupo Scout de Emergencia Hunzahua donde realizó curso de primeros auxilios y brindaba atención prehospitalaria, atendiendo varias emergencias en la capital boyacense; de igual manera se graduó en diciembre de 2019 como técnico en Investigación Judicial y Criminalística en el Instituto de Educación Colamerica.
Su gran anhelo era ser parte de la Policía, sueño que cumplió cuando ingreso a la Escuela de Policía Rafael Reyes gracias a su entrega y al esfuerzo que realizó su madre Claudia Milena quien con la venta de tintos y empanadas consiguió los recursos para apoyarla.
En el año 2020 ingreso a la Escuela de Santa Rosa de Viterbo, integrando el curso 063 de la compañía Santander, donde se destacó por su compañerismo y entrega al estudio. Cuentan quienes la conocieron que siempre investigaba más de lo enseñado por sus docentes, siendo reconocida como alumna del mes en varias ocasiones y condecorada por su responsabilidad y nivel académico por la coronel Lizeth Marina Casas, quien fuera la directora de la escuela de Policía.
En septiembre del 2021 se graduó como patrullera de la Policía Nacional haciendo su sueño realidad y llenando de orgullo a la familia Granados Arias, sueño por el que lamentablemente hoy año y tres meses después, lloran su muerte.
La patrullera Granados entonces fue asignada a su primera unidad policial, convirtiéndose en investigadora criminal de la DIJIN donde era reconocida por su responsabilidad, compañerismo y dedicación.
Sus amigos y compañeros la recuerdan como una persona sencilla, humilde, entregada a su trabajo y a su familia. Después de su uniforme y su amada institución, su sobrinito era su mayor tesoro y siempre lo tenía presente.
Esta mañana desde las 8:00 comenzó su velorio en el centro religioso de la Policía Nacional donde realizaron una eucaristía y antes de mediodía sus restos serán trasladados a la capital boyacense donde estará en capilla ardiente en la funeraria La fe en la carrera 11 N° 7-38 de Tunja.
Solo hasta la tarde de este jueves se dará la hora del funeral que tendría lugar mañana en la tarde en la capital boyacense.
Fuente: Boyacá 7 Días
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