La acción investigativa de la Fiscalía General de la Nación, con apoyo de la Policía Nacional, puso en evidencia un caso deplorable de instrumentalización de menores de edad para el tráfico de estupefacientes.
En Buesaco (Nariño) fue capturada y judicializada una mujer que habría adherido al cuerpo de su hijo, de nueve años, cerca de kilogramo y medio de morfina.
Al parecer, la sustancia iba a ser trasladada a Ipiales (Nariño) y utilizada por una red narcotraficante para el procesamiento de heroína, la cual sería comercializada en Ecuador.
La madre y su hijo menor de edad se movilizaban en un bus de servicio intermunicipal. Unidades de la Policía Nacional interceptaron el vehículo en el barrio San Antonio, en Buesaco, y les pidieron a los pasajeros acceder a un registro. En el equipaje de la mujer los funcionarios no encontraron rastros del ilícito; sin embargo, el nerviosismo era evidente.
Las inspecciones continuaron y fue posible detectar que el niño permanecía rígido y caminaba con dificultad.
La causa eran tres paquetes de morfina que tenía asegurados con cinta adhesiva en las piernas y el abdomen.
De inmediato, el menor de edad fue puesto a disposición de las autoridades de infancia y adolescencia para su protección y restablecimiento de derechos.
Mientras que un fiscal de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico presentó a la mujer ante un juez de control de garantías y le imputó el delito de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes agravado.
Durante las audiencias concentradas la Fiscalía demostró que la detenida habría actuado con dolo y la clara intención de instrumentalizar a su hijo. En ese sentido, fue asegurada con medida privativa de la libertad en centro carcelario.
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